Los Deportes
No hay duda de que incentivar la práctica deportiva desde la infancia es saludable y que el ejercicio forma parte de una actitud de vida positiva.
Para la sicóloga deportiva Laura Traverso, docente de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (Umce), es importante motivar a los niños en todo tipo de actividades en forma precoz: "Hasta los 12 años ellos son muy sensibles desde el punto de vista conductual y motriz".
La misma opinión tiene Carlos Cardemil, fisiólogo del deporte del Centro de Ciencia, Entrenamiento y Salud (Ciens): "Se recomienda que un niño haga muchos deportes desde los tres o cuatro años, que mueva los pies, las manos, que desplace su cuerpo arriba de patines, bicicletas, un skater o un windsurf, para que desarrolle el equilibrio y la motricidad fina".
Para niños hiperactivos
Considerando que esta época es ideal para practicar natación y ejercicios en el agua, la sicóloga Laura Traverso sugiere este medio especialmente para niños hiperactivos, extravertidos o con déficit atencional: el agua los relaja y los ayuda a poner orden y atención, mientras que los deportes colectivos, como el fútbol o el vóleibol, los dejan más excitados o ansiosos. Para los niños un poco agresivos, el karate o las artes marciales en general pueden ayudarlos a aprender normas de autocontrol y disciplina, bajando sus niveles de agresividad.
Menores tímidos
Las actividades colectivas y de interacción social, como el fútbol o el hockey son aconsejables para niños con personalidad media, es decir, un poco tímidos, pero que cuando se motivan, responden en forma positiva. Ahora, en la experiencia de Laura Traverso en el Stadio Italiano, a los niños tímidos o poco hábiles no es bueno hacerlos participar en deportes colectivos, porque sus compañeros los excluyen: "Para ellos son mejores los individuales, como gimnasia o atletismo, y de a poco motivarlos por otros más interactivos".
Para mejorar la concentración
Según la visión de Marcia Aure, sicóloga corporal en Biosíntesis, una terapia que integra lo corporal y mental con las emociones, es importante considerar el juego en la práctica deportiva infantil, ya que estimula las relaciones interpersonales y desarrolla la capacidad de concentración y el esfuerzo.
Nadar, subir cerros, salir a correr con el papá al parque o andar en bicicleta pueden ser buenos ejercicios, según Aure, ya que también son una instancia para compartir en familia, donde los menores de a poco van teniendo conciencia de su cuerpo y de sus emociones.
Pensando en las adolescentes
Para las niñas más grandes o adolescentes, la especialista recomienda actividades como la danza flamenca, donde la bailarina se pone seria y firme, zapateando y moviéndose. "Para una joven que le cueste poner límites y estar seria, puede ser una actividad que ayude a concentrar su energía, fortalecer la mirada y su postura".
Los deportes competitivos, en cambio, según la sicóloga, permiten estar más alerta, "con el cuerpo y la mente en el mismo lugar". Así ocurre en actividades como el básquetbol o tenis, donde es posible desarrollar también la intuición y la fuerza interna, como les ocurrió a los medallistas olímpicos Nicolás Masú y Fernando González, comenta la sicóloga corporal.
Menores tímidos
Las actividades colectivas y de interacción social, como el fútbol o el hockey son aconsejables para niños con personalidad media, es decir, un poco tímidos, pero que cuando se motivan, responden en forma positiva. Ahora, en la experiencia de Laura Traverso en el Stadio Italiano, a los niños tímidos o poco hábiles no es bueno hacerlos participar en deportes colectivos, porque sus compañeros los excluyen: "Para ellos son mejores los individuales, como gimnasia o atletismo, y de a poco motivarlos por otros más interactivos".
Para mejorar la concentración
Según la visión de Marcia Aure, sicóloga corporal en Biosíntesis, una terapia que integra lo corporal y mental con las emociones, es importante considerar el juego en la práctica deportiva infantil, ya que estimula las relaciones interpersonales y desarrolla la capacidad de concentración y el esfuerzo.
Nadar, subir cerros, salir a correr con el papá al parque o andar en bicicleta pueden ser buenos ejercicios, según Aure, ya que también son una instancia para compartir en familia, donde los menores de a poco van teniendo conciencia de su cuerpo y de sus emociones.
Pensando en las adolescentes
Para las niñas más grandes o adolescentes, la especialista recomienda actividades como la danza flamenca, donde la bailarina se pone seria y firme, zapateando y moviéndose. "Para una joven que le cueste poner límites y estar seria, puede ser una actividad que ayude a concentrar su energía, fortalecer la mirada y su postura".
Los deportes competitivos, en cambio, según la sicóloga, permiten estar más alerta, "con el cuerpo y la mente en el mismo lugar". Así ocurre en actividades como el básquetbol o tenis, donde es posible desarrollar también la intuición y la fuerza interna, como les ocurrió a los medallistas olímpicos Nicolás Masú y Fernando González, comenta la sicóloga corporal.
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Ejemplo |A| para ajo, aguacate, almendra etc..
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